El último domingo de agosto en el pueblo de Anso se celebra la exaltación del traje tipico, donde todo un pueblo se vuelca para recibir a cuantos visitantes llegan. Es todo un lujo para poder pasear cámara en mano por todos los rincones del pueblo, ya que todos te dedican su mejor sonrisa. Mi unico problema fue el controlar las luces duras del medio dia, pero como el pueblo tiene multitud de rincones donde poder colocar a los "modelos" para poder suavizar las sombras. Por último me gustaria dar las gracias a Carmelo Esteban, mi profesor en los inicios fotograficos, por enseñar la fotografia más alla de los aspectos tecnicos, es decir con la pasion que se merece.
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